Edinson Cavani y Sergio Romero.
Edinson Cavani y Sergio Romero.
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Boca Juniors

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Cavani y Romero devuelven a Boca a una final de la Libertadores

El equipo argentino luchará por su séptimo título continental contra Fluminense.

Un gol de Edinson Cavani y los milagros de Sergio Romero bajo los palos cerraron este jueves el pase a la final de la Copa Libertadores 2023 para Boca Juniors, que doblegó a Palmeiras en la tanda de penaltis, por 2-4, tras empatar a uno en el tiempo reglamentario.

El equipo argentino luchará por su séptimo título continental contra Fluminense el 4 de noviembre en el Maracaná de Río de Janeiro.

El cuadro de Jorge Almirón, que jugó buena parte de la segunda mitad en inferioridad tras la expulsión de Marcos Rojo, se adelantó en el Allianz Parque de São Paulo por medio del uruguayo Cavani, que remachó un servicio de Merentiel, jugador cedido por el Palmeiras, en el minuto 23.

El también uruguayo Joaquín Piquerez llevó la semifinal al punto de penalti tras un zambombazo desde fuera del área en el 73.

Las paradas de Romero mantuvieron con vida a un Palmeiras que se desató con la entrada en el descanso de Endrick, la joya atada por el Real Madrid.

El triunfo de Boca rompe además una racha de tres años consecutivos en los que los finalistas de la Libertadores siempre fueron clubes brasileños: Palmeiras-Santos (2020), Palmeiras-Flamengo (2021) y Flamengo-Athletico Paranaense (2022).

El arranque del Palmeiras fue decepcionante. Si alguien esperaba un inicio avasallador de los brasileños tras el discreto 0-0 de La Bombonera, se llevó una gran decepción porque lo único que vio fue la pelota correr de un lado para otro como un péndulo.

Mucha posesión y poca verticalidad. El cerebro del equipo, Raphael Veiga, se vio neutralizado por el buen hacer de Pol Fernández. Y ahí se acabó la creatividad de los brasileños.

Siempre bien ordenado, Boca se afanó en la retaguardia. Cavani fue el primero en ponerse el mono de trabajo. Aguantar el 0-0 significaba desesperar al conjunto local.

Los de Almirón también buscaron por todos los medios bajar el ritmo del encuentro. El equipo del portugués Abel Ferreira cayó en la trampa y en la primera acometida seria de Boca encajaron el primero.

Balón en largo, carrera al espacio de Merentiel, quien le gana fácil a Gustavo Gómez, se mete en el área y sirve para Cavani, que solo tuvo que empujar el esférico en el segundo palo.

Palmeiras sintió el golpe. Boca, con el marcador a favor, se acomodó. Barco empezó a crecer.

El silencio del Allianz solo se rompió con algún centro lateral de Piquerez, algún disparo lejano de Gabriel Menino y el trabajo laborioso de Rony.

Ferreira aprovechó el descanso para revolucionar el once con la entrada de Endrick y Kevin, otra joven promesa.

La presencia de ambos puso nervioso al cuadro xeneize. De repente, empezaron a verse desbordes. La zaga de Boca solo les podía parar con faltas.

Almirón vio el chaparrón que se avecinaba y sacó a Merentiel para meter a un central más como Bruno Valdez.

Pero ni con esas, Endrick dio el primer aviso con un pase al hueco para Mayke, que obligó a Romero a emplearse a fondo. El exportero del Manchester United volvió a ser fundamental al desviar un disparo potente de Zé Rafael en la secuencia.

Boca cada vez defendía más cerca de la línea de gol. Y aún se iba a complicar más la vida con la expulsión por doble amarilla de Marcos Rojo cuando aún faltaba media hora por delante.

Romero, hoy héroe nacional, volvió a aparecer para desbaratar un cabezazo de Rony, aunque no pudo evitar el misil de Piquerez desde fuera del área.

Premio al empuje y empate a falta de un cuarto de hora. Los últimos minutos estuvieron marcados por el juego duro de ambos equipos y por el acoso incesante del Palmeiras.

En el tiempo de descuento, Romero volvió a salvar a los suyos con otro milagro para bloquear una chilena espectacular de Rony y llevar la eliminatoria a la tanda de penaltis, donde volvió a brillar con otras dos paradas a Veiga y Gustavo Gómez.

EFE

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